mayo 09, 2009

INICIARSE EN INVESTIGACION DE LO PARANORMAL

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Si bien es cierto los fenómenos paranormales no son reconocidos por la ciencia tradicional como tales a pesar de que existen eventos que no pudieron ser explicados bajo las técnicas convencionales, la investigación de lo paranormal utiliza su metodología y herramientas para intentar establecer patrones que permitan su demostración y posterior análisis. ¿Pero cómo podríamos iniciarnos en este misterioso campo?.

Como en todo ámbito de la vida, antes de emprender una empresa siempre es más provechoso rodearse de personas conocedoras relacionadas a un tema. Ellos manejarán conceptos mucho más cohesionados que los nuestros y nos ayudarán a evitar rodeos innecesarios. Por otro lado, su experiencia será importante para que podamos discernir entre lo inofensivo y lo que implique un riesgo. En el campo de las investigaciones de lo paranormal, esta regla también debe cumplirse.

Es muy común que en nuestras primeras investigaciones deseamos inconscientemente que la historia que nos contaron sea real y terminamos creyéndonos todos los detalles sin antes procesarlos. Inclusive cuando entrevistamos a un testigo cedemos a la tentación de matizar su relato completando sus declaraciones cuando nos parecen poco explícitas. Si esto llegara a suceder puede ser síntoma de que nos estamos apasionando demasiado por el caso y corre el riesgo de dejar de ser una investigación para convertirse en una apología de lo que en el fondo deseamos creer.
Antes de dedicarnos a un caso específico (del que tal vez nos enteramos por vía oral o a través algún medio de comunicación) debemos evaluar con la cabeza fría qué probabilidades existen de que sea una leyenda urbana, una estrategia publicitaria de algún medio, alguien con deseos de obtener notoriedad o simplemente una broma pesada. Esto nos evitará enojosas pérdidas de tiempo y recursos. Con mucha mayor razón si el caso se encuentra lejos de nuestro lugar de residencia, como en un poblado en las afueras de la ciudad o en alguna provincia. Hay que tener en cuenta que cada movilización representa un gasto en transporte, viáticos, alojamiento si es más de un día, baterías para nuestros instrumentos, etc.; que se irán sumando y significará un fuerte desembolso económico por historias que no merecían la pena.

Es difícil saber de antemano si una historia tiene algo de veracidad si sólo proviene de una sola persona. Si nuestro canal de información fue por vía oral (“…un amigo me contó que alguien le dijo que en tal lugar sucede tal cosa”...) hay que tomarlo con reserva hasta tener mayor información antes de decidirnos a emprender una visita. También hay que tomar con pinzas las versiones brindadas por los tabloides sensacionalistas porque muchas de estas noticias no son corroboradas por los reporteros y están dirigidas a un público crédulo, o realizadas por periodistas novatos que desean hacer mérito con su “primicia” ante los editores.

La mejor manera es encontrar un amigo o conocido de alguien en el grupo que tenga la posibilidad de conseguir una casa encantada. Esto sería lo ideal porque podemos practicar nuestras técnicas sin tener que preocuparnos por disgustar o defraudar a algún cliente. Si esta posibilidad no está disponible, entonces buscaremos a otro grupo interesado y convencerlos en acompañarlos si ellos quieren que los sigamos en algunas investigaciones. De lograrlo, debemos recordar que es SU caso y nosotros somos solo su sombra, pero las experiencias compartidas nos ahorrarán mucho tiempo en buscar otros lugares.

Antes era mucho más difícil encontrar grupos afines a nuestros intereses, pero en la actualidad las ventajas que ofrece internet nos permiten ingresar a enlaces sobre temas esotéricos, ufológicos y paranormales con un click. Además podemos participar en grupos de interés, foros y blogs donde los usuarios intercambian sus aficiones y experiencias sin que la distancia geográfica sea un inconveniente.
Si eso tampoco está disponible (sería el colmo) entonces hay sitios públicos que son conocidos por ser lugares encantados donde entrar no está penalizado. También hay algunos lugares que nos permitirán tomar un “tour fantasmal”. Esta es la última opción porque generalmente tenemos que soportar toneladas de explicaciones sin sentido, pero al menos tendremos la oportunidad de probar el equipo.

Siempre es importante llevar por lo menos a un compañero a las investigaciones por múltiples razones. La principal es que si tuviéramos un accidente fortuito en un lugar poco frecuentado de noche, tendríamos a alguien quien nos auxilie o pida ayuda. Además, la imaginación puede engañar a los investigadores solitarios en caso de que se presentara algo extraño, y su opinión para interpretar el fenómeno sería muy subjetiva.

La investigación de lo paranormal es un trabajo paciente donde no existe una metodología definida porque aún es difícil predecir un fenómeno. La información que encontramos como referencia difiere entre cada autor porque cada uno se abrió paso por sus propios medios. Esta actividad es a veces incomprendida, sujeto a burlas y ataques de críticos y escépticos (muchas veces justificadas) por la escasa consistencia de las pruebas. Es por esta razón que quienes incursionen en este campo deben tener siempre la mente alerta ante cualquier fenómeno para encontrarle una explicación lógica. Sólo cuando se agoten esas posibilidades el tema debería ser tomado en cuenta como un prospecto a un caso paranormal.